top of page

Etiquetas y estereotipos en la vejez y en la enfermedad


 

LOS ESPECIALISTAS

Por: Dr. Robinson Cuadros

Médico Geriátra


Cuando tenía 8 años y me enteré que mi primo cumpliría 15, le dije a mis amigos “como es posible que haya vivido tanto! Yo no creo que llegue a esa edad” Ahora que he conocido de cerca a una mujer de 114 años le digo a mis amigos “me quiero bailar mis 100 años y más, y lo haré desde ya!”.

Hay una verdad absoluta: Ya soy viejo… si sin importar la edad, yo soy viejo para alguien, soy mayor, he vivido mas tiempo; pero la palabra viejo se ha llenado de imaginarios negativos, inculcados muchos de ellos por las caricaturas infantiles donde el enfermo, el malo y la bruja son adultos mayores y en los comerciales de televisión donde el prototipo de mujer bella y empresario exitoso son personas de la mediana edad; o no les parece curioso que en comerciales de preservativos o métodos de planificación no salgan personas mayores?

Nos encanta llenarnos de etiquetas, por eso la curiosidad de preguntar ¿Cuántos años cumples? Tal vez para compararnos en nuestro propio proceso de envejecimiento, en lugar de decir ¿Cuántos años quieres cumplir? Y así nunca perdería vigencia la pregunta que nos deberíamos hacer a cualquier edad: ¿Qué quieres ser cuando grande?, el Dr. Diego Bernardini, expone magistralmente el porqué de re descubrirnos en la segunda mitad de nuestras vidas; una segunda mitad llena de oportunidades y nuevas maneras de desempolvar talentos, aficiones, hobbies, o cumplir aquellos pendientes para no vivir frustrados ni amargados al final de nuestra vida con la quejadera de “no hice, me faltó, si hubiera...” a eso le llamo “la verdadera moridera”. Es por esto que con o sin enfermedad, con o sin discapacidad, sin importar las circunstancias, hoy vale la pena hacer lo qué me hace feliz, que no me quede nada pendiente por hacer, por bailar, que no me falten personas por abrazar, por pedirles perdón o perdonar, por reconocer lo importantes que son para mi vida… o esperaremos otra pandemia para darnos cuenta que la vida puede cambiar en cualquier momento?

Cuando nos preguntan ¿porqué son importantes las personas mayores en la sociedad? Lo primero que se nos viene a la mente son palabras como: experiencia, sabiduría, historia… es que ellas fueron, ellas hicieron, gracias a su legado… lo cual nos hace reconocer a las personas mayores más por su pasado que por su presente y esta barrera no ha permitido desarrollar la llamada solidaridad intergeneracional bien entendida; esto hace parte de las etiquetas que nosotros mismos nos colocamos “yo fui, yo hice, gracias a mi…” o las que nos colocan los demás “Es que ella fue, es un ejemplo por lo que hizo, lo que logró…” reforzando el imaginario que todo tiempo pasado fue mejor, donde en el fondo sabemos que cada época tiene sus propias rosas y sus propias espinas; el camino difícil lo construyo y me lo complico yo mismo con mi actitud, con mis heridas abiertas del pasado, angustiándome por un futuro que desconozco o preocupándome por lo que no ha sucedido.

Nos ocurre con frecuencia cuando nos etiquetan con una enfermedad: “tienes Alzheimer, diabetes, hipertensión arterial, artrosis degenerativa, cáncer…” y transformamos nuestro lenguaje frente a supuestos que no conocemos, información falsa que circula en redes sociales o en el internet que nos angustia con curas milagrosas, en lugar de ayudarnos a descubrir la grandeza de nuestra vulnerabilidad, ayudarnos a comprender los procesos que vive nuestro organismo, como lo siente, como lo expresa y como poder controlar la enfermedad para llevar una vida en presente, que nos permita soltar apegos que nos hacen daño, aprender a alivianar las cargas que nos hemos colocado en este caminar y respirar profundo para volver a lo esencial.

Como médico geriatra quedo algunas veces en la mitad de la conspiración del silencio, donde por un lado la persona con la enfermedad me dice al oído “No le comente a mi familia que me estoy muriendo para que no sufran” y afuera de la habitación los familiares me llaman aparte para decirme al oído “No le vaya a decir a nuestro familiar que lo estamos viendo cada vez mas grave para que no sufra” y lo que veo es que cada quien sufre por separado, en lugar de darnos la oportunidad para expresar nuestros miedos, aciertos y desaciertos, decir nuestras voluntades anticipadas, conciliar y reconciliarnos y porque no, intentar cumplir el sueño pendiente y permitir que las personas sientan que cumplieron su misión.

Cuando nos ponemos etiquetas nos mostramos a los demás tal cual: “soy enferma, no me puedo valer por mi misma, soy de pocos amigos, soy muy seria, no puedo aprender a hacerlo, ya para mi edad eso se ve feo, ya no me puedo volver a enamorar…” y esto genera un efecto lingüístico-emocional en familiares y personas que nos rodean; por eso, no nos damos cuenta en que momento los hijos cambian la manera de saludarnos y ahora las frases que usan son “cómo amaneciste, como te sientes, te falta algo o estas bien?...” porque tal vez de nuestra parte solo escuchan la quejadera y la desesperanza aprendida de el “ya para que” y la realidad es que a uno no le gusta llamar a alguien negativo, que solo se queja, critica, juzga, regaña y señala; alejamos a nuestros seres queridos con las etiquetas que nos colocamos y que entorpecen nuestra actitud frente a la vida; pero como podemos transformar esto? Recuerden, que lo de loro viejo no aprende a hablar, sólo les pasa a los loros; todos tenemos la capacidad de transformar nuestro lenguaje y quitarnos corazas de defensa ante las personas que nos aman, esas corazas que no permiten que otros descubran nuestro interior porque como alguna vez fuimos vulnerados el miedo no nos permite quitárnoslas y terminamos haciendo daño a quien nos quiere ayudar; es importante no promover o alimentar este tipo de actitudes enfermizas con frases como “paciencia mamá, esos son los años, afortunadamente ya viviste cosas lindas antes, todo lo que te pasa es por culpa de lo que viviste con ese mal marido, es que te tocó una infancia muy dura, pobrecita…” cerrando la coraza en el pasado y no permitiendo vivir el presente, el cual se puede lograr haciendo un listado de las pequeñas cosas que nos hacen felices, compartirlas y re descubrir siempre el corazón solidario, bondadoso y generoso que tenemos para poner al servicio de los demás nuestros talentos… puedo estar postrado en cama y siempre podré hacer algo por los demás; el sentido de utilidad hace parte de la humanización y dignificación de cada persona.

También existen etiquetas positivas que nos ejercen presión y no nos permiten ser nosotros mismos; por ejemplo, “Soy la mejor en lo que hago, como jefe debo dar ejemplo, soy la líder, todos admiran mi forma de vestir, soy el ejemplo a seguir…” entonces no me puedo dar la oportunidad de fallar como cualquier persona, que me vean vulnerable, imperfecto… que me vean simplemente y grandiosamente humano. De eso se trata la libertad, de ser la mejor versión de ti mismo, sin querer imitar a nadie o ser como otra persona, pues los seres humanos no nos podemos “fotocopiar” nacemos originales y la idea es que al morir hayamos podido disfrutar, desaprender, crecer, reír, bailar, compartir, amar… y trascender! “las etiquetas son para la ropa”.

Bibliografía.

1. Libro la segunda mitad. Autor Diego Bernardini. Editorial Aguilar.

2. María A Banch. Aproximaciones procesuales y estructurales al estudio de las representaciones sociales. Papers on Social representations 9, 3.1-3.15.2000

3. Teresa María Gómez. Heteroestereotipos y autoesterotipos asociados a la vejez en Extremadura. Universidad de Extremadura. 2003

4. Diana León. Tesis doctoral “Emociones en la vejez: diferencias asociadas a la edad” Departamento de psicología biológica y de la salud, facultad de psicología Universidad Autónoma de Madrid. 2014.

5. Libro el poder en la vejez. Entre el empoderamiento y el desempoderamiento. Ricardo Lacub. Pami.

6.Libro la humanización en salud. Tarea inaplazable. José Carlos Bermejo, Angelo Brusco y Leonard M. Martín. Ediciones San Pablo.

 

Comments


Más Artículos Revista Edición Octubre 2023

  • Facebook Basic Square
  • Instagram
  • Twitter Basic Square
  • Icono social LinkedIn
  • YouTube
bottom of page