EDITORIAL
Por: Noemí Medina
Voluntaria y Presidente de la Junta Directiva AIB
Es un privilegio este espacio ofrecido para estar en contacto con los lectores y seguidores de la Revista Virtual de la Fundación TASE. Es propicio llegar con el placentero recuerdo del XII Congreso Iberoamericano de Alzheimer que hace un año organizó la Fundación, fantástico evento y polo de difusión de experiencias y actualizados conocimientos con profesionales y científicos de nivel internacional que llegaron a cientos de participantes durante las imperdibles jornadas programadas .
Las veintiuna asociaciones miembros de AIB tuvimos nuestra propia jornada de trabajo pre-congreso.
Un cálido reencuentro provisto por Pedro Villamar y su equipo de colaboradores destinado al intercambio de temas propios de gestión y acción, sobre nuevas propuestas y posibles desafíos a enfrentar para cumplir con la misión común de informar, difundir, producir cambios, dar la voz, aliviar el sufrimiento e insistir sobre la responsabilidad pública , de abogar en función de lograr la mejor calidad de vida posible de las personas enfermas , familiares y acompañantes de cuidados. Lo que no imaginamos en esa intensa jornada de trabajo, plena de entusiasmo y de amistosa confraternidad, es que apenas tres meses después el desafío sería COVID-19 .
La crisis del coronavirus que paralizó el planeta con medidas de distanciamiento social, impuestas en todos los países y actual epicentro en gran parte de nuestra región, hizo rever las agendas de trabajo de las asociaciones, reconvertir las actividades habituales desde el mes de marzo con renovados programas y proyectos , apoyadas en la tecnología y la virtualidad, aliadas en la lucha contra la pandemia y para beneficio de las familias y la comunidad.
Sostenida labor con Grupos de apoyo para familiares cuidadores, actividades de estimulación para personas diagnosticadas, charlas, conferencias, asistencias, consultas on line ,etc., que conectan a cientos de personas aisladas en casa gracias a Internet. Con tecnología digital y comunicaciones on line se ha logrado superar el confinamiento con nuevas formas de vinculación , igual profesionalismo y dedicación.
Se borraron fronteras, en una situación extraordinaria que afecta a todos siendo principales damnificados las personas mayores y cuidadores familiares quienes más sufren , pero a la vez los que están recibiendo muchas oportunidades de aprender , de recibir apoyo y atención de calidad en un imprevisto proceso de cambio en sus vidas.
Es interesante advertir cómo una persona de Santo Domingo desde la sala de su casa accede si desea a un Grupo de Apoyo coordinado por la Asociación Alzheimer de Monterrey o una conferencia ofrecida por la Fundación TASE, con profesionales de España llega a un auditorio integrado por personas de Ecuador y también de Panamá. Chile, El Salvador. Solo ejemplos oportunos de compartir acerca del desarrollo de acciones e interacciones en un nuevo espacio social generado por Internet que en esta situación de crisis ha resultado vital, además, para el bienestar mental general .
Sabemos que habrá un antes y un después de esta crisis tanto en los usos y costumbres de las personas como en las organizaciones así como respecto al uso de nuevas tecnologías en comunicación , que si bien siempre estuvieron, se han adoptado y adaptado a las actuales circunstancias con positiva respuesta inmediata de quienes reciben sus servicios.
"Volverán las actividades presenciales, cara a cara, llegado el momento, con los cuidados necesarios y con la dedicación que las asociaciones de Alzheimer trabajan día a día. No diremos “otra vez”, porque como lo expresó el admirado montañista ecuatoriano Ivan Vallejo en diálogo con Pedro Villamar después ascender al volcán Cotopaxi en adhesión a la Fundación y al Mes del Alzheimer, esa no había sido “una vez más” sino que tenía el sentido de una nueva experiencia y escalada realizada con igual compromiso y pasión."
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