ENTREVISTA
MSc. Paloma Sotomayor
Neuropsicóloga clínica
Representante de Ecuador ante el Comité Científico
de Alzheimer Iberoamérica AIB-44
La demencia no es un solo diagnóstico, es más bien un cuadro neurodegenerativo muy variado en cuanto a su presentación, edad de inicio y pronostico. Es así como el término demencia senil hoy está desactualizado debido a que en los esfuerzos diagnósticos buscamos especificar el tipo de demencia que presenta una persona.
¿Qué es la demencia?
Es importante primero mencionar qué significa el término demencia. Según la OMS (2023), “La demencia es un término que engloba varias enfermedades que afectan a la memoria, el pensamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas. La enfermedad empeora con el tiempo. Afecta principalmente a las personas de edad, pero no todas las personas la contraerán conforme envejecen.”
Dicho de otro modo, en las demencias se observan cambios lentos y progresivos que pueden afectar la esfera cognitiva o comportamental, y que causan dependencia a medida que avanzan. Las demencias son neurodegenerativas, lo cual implica que a medida que progresa la enfermedad la persona se verá cada vez más comprometida a nivel cognitivo y funcional, es decir, su capacidad de vida independiente se verá cada vez más afectada llegando en etapas finales a una dependencia completa.
La Demencia por Alzheimer es la más frecuentemente diagnosticada y se caracteriza por la pérdida progresiva de memoria. Sin embargo, no es la única demencia, y actualmente un diagnóstico preciso representa un reto para los profesionales de la salud.
¿De qué se trata la demencia por Alzheimer?
Podríamos decir que la Demencia por Alzheimer es la “demencia de la memoria”, así como hay otras demencias que afectan el lenguaje, el funcionamiento ejecutivo, etc. Mientras que la Demencia por Alzheimer afecta temprana y principalmente las zonas del cerebro encargadas de la memoria y del aprendizaje, otros tipos de demencia se caracterizan por la afectación de diferentes zonas del cerebro que comandan diferentes capacidades cognitivas.
La Demencia por Alzheimer, por definición, empieza con un deterioro significativo en la memoria, lo cual es el síntoma cardinal, y función cognitiva principal que irá deteriorándose cada vez más con el tiempo. A medida que la enfermedad progresa, afecta otras funciones cognitivas, principalmente las habilidades visoconstructivas, el lenguaje y el funcionamiento ejecutivo. La capacidad de independencia en actividades diarias se ve afectada por los olvidos, de manera que la persona necesita ayuda para hacer sus pagos, compras, desplazarse por la ciudad e incluso tomar sus medicamentos. Puede presentar cambios en el comportamiento a medida que la enfermedad progresa, como agresividad, inflexibilidad, dificultades en la comprensión de situaciones y conversaciones, e incluso un rechazo frente a la ayuda que se le brinda.
¿En qué consiste la demencia frontotemporal?
El término Demencia Frontotemporal lo podríamos entender como la “demencia del comportamiento”. Revisando la definición diagnóstica encontramos que la Clasificación Internacional de Enfermedades (2019) describe “La Demencia Frontotemporal (DFT) es un grupo de trastornos neurodegenerativos primarios que afectan principalmente los lóbulos frontal y temporal (…) Se describen varias variantes sindrómicas que incluyen presentaciones con cambios de comportamiento y personalidad predominantemente marcados (…) o con déficit predominantemente de lenguaje, o con una combinación de estos déficits.”
Entonces, la Demencia Frontotemporal tiene 2 variantes, la del comportamiento y la del lenguaje. En las variantes que afectan el lenguaje se utilizan términos alternativos, como Afasia Progresiva Primaria y Demencia Semántica, que formalmente están clasificadas dentro de las demencias frontotemporales y que se caracterizan por cambios tempranos en el lenguaje expresivo y/o comprensivo.
Sin embargo, el término Demencia Frontotemporal (DFT) se utiliza con más frecuencia para describir la variante conductual. Esta es una demencia que se caracteriza por cambios tempranos en el comportamiento.
"Con esto no buscamos decir que en otras demencias no pueda haber cambios de comportamiento, sino que más bien es un cuadro que inicia con trastornos comportamentales muy característicos, incluso en ausencia de un deterioro cognitivo, en las etapas iniciales."
Custodio y colaboradores (Manual de Buenas prácticas para el diagnóstico de demencias 2020), describen cambios tempranos en el comportamiento caracterizados por desinhibición, impulsividad, pérdida de modales y conducta social inapropiada lo cual puede representar un reto para la familia debido a la pérdida de empatía e interés social, así como dificultades para comprender las consecuencias de los propios actos. Dicho de otro modo, la persona con este tipo de demencia puede tener comportamientos hirientes hacia los demás, socialmente inadecuados, comentarios ofensivos o de contenido sexual inapropiados, y no tener una real consciencia del efecto que tiene su comportamiento sobre los demás.
Puede, por otro lado, existir una apatía temprana, con pérdida de interés en actividades o personas, y dificultades para iniciar la conducta. Esto puede acompañarse de conductas compulsivas, rituales, movimientos repetitivos, cambios en las preferencias alimentarias (principalmente predilección por los carbohidratos). A nivel cognitivo puede haber cambios a nivel ejecutivo y en la memoria, aunque estos no se observan con gravedad en etapas tempranas.
En la clínica solemos recibir de parte de los familiares cercanos una descripción de un cuadro comportamental de difícil manejo en el que la persona se ha tornado “muy distinta a quien era antes” mostrándose excesivamente obstinado a comprender y aceptar la preocupación de su familiar con respecto a la gravedad de sus actos. Es así que la persona puede tomar decisiones de manera impulsiva, incluso contra la ley o poniendo en peligro su propia seguridad, tienen dificultades en el manejo del dinero por gastos excesivos o malas decisiones financieras, pueden tener conductas de acumulación y mucha renuencia a deshacerse de los objetos, pueden mostrarse excesivamente sensuales o con intereses muy marcados con respecto a la actividad sexual, pueden descuidar su higiene personal e incluso tener un lenguaje verborreico.
"Dicha condición representa un reto importante a nivel familiar, debido a que muchas veces la familia cercana puede no comprender la razón detrás de este cambio de comportamiento y necesitar mucha guía para sobrellevar la situación de manera cotidiana. A nivel profesional existe así mismo un vacío asistencial y muchas veces son personas que son tratadas por mucho tiempo como pacientes psiquiátricos sin mostrar mejoras importantes."
Para un diagnóstico preciso de este tipo de demencia es importante realizar una revisión neurológica completa, que incluya exámenes de laboratorio, electroencefalogramas y/o resonancia magnética. En algunos casos se incluyen exámenes genéticos debido a la alta heredabilidad de la condición.
Desde neuropsicología se deben realizar exámenes cognitivos extensos, así como un estudio comportamental extenso que incluya la entrevista detallada con la familia. Muchas veces será necesaria la entrevista personal con familiares, pues es frecuente que exista temor a ahondar en aquellos comportamientos frente a la persona que los presenta, debido a que suelen enojarse e incluso acusar a sus familiares de inventar dichos problemas.
Es importante que los familiares de personas con diagnóstico de Demencia Frontotemporal reciban guía y apoyo permanente a través de psicoterapia personal, grupos de apoyo y aprendizaje de estrategias de manejo conductual.
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