Dr. Agustín Torres
Médico Psiquiatra
“Ya te dije que estás en tu casa ¿qué no la reconoces?”, “tu mamá ya no vive, no te está esperando en su casa”, “hace 20 años que dejaste de trabajar, duérmete, apenas son las 5 de la mañana”, “¿por qué mientes?, le dijiste a mi hermano que estás comiendo y que te bañas diario lo cual es falso” son frases que escucharas en las familias donde uno de sus integrantes desarrolló alguna de las diferentes formas de Demencia o Trastorno Neurocognitivo Mayor.
Con frecuencia, las personas con demencia tendrán dificultades para relacionarse con el entorno debido a que la enfermedad poco a poco afectará estas capacidades. No olvides que no todos los cambios de conducta que presenta nuestro familiar con demencia se deberán a la enfermedad. Muchas veces son provocados por infecciones, medicamentos o relacionadas con la presencia de dolor, estreñimiento o deshidratación.
Un adulto mayor con demencia que súbitamente se desorienta en casa o comienza a repetir conductas, quitarse la ropa o tener alguna conducta agresiva pudieran causarla un antibiótico. Por lo que antes de iniciar una medicina para controlar los problemas conductuales debemos descartar que estas sean provocadas por medicamentos o alguna enfermedad.
"Otra causa común es realizar cambios en el ambiente, cambios de residencia, de cuidador o que se modifiquen las rutinas de cuidados. No lo olvides, cualquier cambio de conducta deberá ser estudiado médicamente."
Ya que descartamos una causa médica, farmacológica y ambiental entonces podemos considerar que la falta de iniciativa (apatía), el aislamiento acompañado de alteraciones en el sueño y apetito (depresión), los comportamientos agresivos, las conductas repetitivas sin propósito cómo salir y entrar al baño (conducta motora aberrante), ver personas que no están (alucinaciones), creer que les roban sus pertenencias o que su pareja es infiel (delirios), desorientarse y tener problemas para reconocer su casa, a sus familiares e incluso a su imagen en el espejo (falsa identificación delirante) podrían ser parte de la enfermedad.
¿Qué hacer cuando mi familiar se desorienta, se vuelve repetitivo o no reconoce sus fallas? Es una pregunta que muchas familias se hacen cuando aparecen este tipo de alteraciones. Hoy sabemos que un proceso educativo para conocer la enfermedad ayudará a la familia a sobrellevar este tipo de situaciones (psicoeducación). Ya que las alteraciones conductuales son las que más agotan a la familia y a los cuidadores (estrés, depresión y ansiedad).
Un método que podemos utilizar es la validación que fue desarrollado por Naomi Feil y consiste en una serie de estrategias para mejorar la comunicación de manera empática, es decir, poniéndose en el lugar de la persona con demencia. Se trata de enfocarnos en la emoción y no en la veracidad de lo que comparte. Feil se percató que las familias tratamos de que la persona con demencia se comporte de una manera diferente. Queremos que nos recuerde, queremos que se oriente, queremos que se comporte en forma adecuada, queremos que recuerde que ya no trabaja, queremos que recuerde que sus familiares ya murieron y demás, situación que es imposible que realicen, ya que la enfermedad no se los permite.
"Nuestra buena intención de ayudarlos termina siendo un estímulo estresante que puede llevar a la agresividad a la persona con demencia. Validar no significa gustar y tampoco quiere decir que les demos la razón sin que la tengan."
Validar significa comunicarnos de manera cálida, estableciendo contacto físico y visual, hablándole en un tono de voz bajo, pero sin utilizar términos que lo infantilicen, usando la reminiscencia y la música para traer recuerdos y emociones al momento presente, pero sobre todo validar permite que la persona con demencia se exprese en forma libre aunque lo que diga no corresponda a la realidad para la persona con demencia si tiene sentido.
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