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Certificación para el cuidado del Adulto Mayor

Entrevista al PhD. Jonathan R. Guillemot



Las enfermedades relacionadas al Deterioro Cognitivo y Demencias son los diagnósticos más frecuentes en adultos mayores, motivo por el cual, la Escuela de Medicina de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), ha diseñado un plan académico de Certificación para Cuidadores Informales de Adultos Mayores y el Autocuidado. Este programa se enfoca en proporcionar información relevante para los cuidadores en temas de: comprensión de los procesos cognitivos, reconocimiento de los comportamientos propios de las etapas y comprender las diferencias existentes entre los diferentes tipos de demencias.

El propósito es desarrollar competencias y habilidades básicas en los encargados para mejorar el cuidado del adulto mayor con diagnósticos relacionados.





Para conocer más acerca de este tema, hemos invitado a Jonathan Guillemot, PhD de la Universidad San Francisco de Quito, quien nos ayudará a responder las siguientes interrogantes:


¿Por qué es importante que el cuidador de un adulto mayor aprenda estrategias y técnicas de cuidado?


Las y los cuidadores de adultos mayores, en particular familiares, han tomado el rol por eventos de la vida fuera de su control. Esta realidad significa que muy pocos cuidadores han recibido una formación para el rol. Tal formación puede tener impactos significativos tanto para la persona cuidada como para la persona que cuida . Primero, y tal vez el elemento más obvio, es un mejoramiento de la calidad del cuidado, con técnicas tanto prácticas como emocionales que permitan un mejorar el bienestar de la persona. Identificando las situaciones que requieren intervenciones de personas especializadas, organización y adaptación del hogar, mejor nutrición, entre muchos otros ejemplos. Las formaciones de cuidadores frecuentemente insisten sobre los elementos de cuidado del cuidador: cómo evitar el agotamiento, entender sus propias limitaciones. Del bienestar del cuidador depende muchísimo el bienestar de la persona cuidada.


¿La persona que se encuentra interesada en participar dentro de esta certificación debe contar con un perfil en particular? ¿Para quién o quiénes está dirigida esta especialización?


Hemos tomado la decisión de ofrecer una formación general, abierta a todos sin discriminación de especialidad, edad o antecedentes académicos. Si bien el curso no es gratuito, trabajamos duro para que las capacidades económicas no sean un límite, con becas ofertadas en cada edición del curso. El curso mezcla a propósito a cuidadores, familiares, profesionales, y los cuidadores que llamamos “semi profesionales”, es decir cuidadores pagados sin formación específica, cómo empleadas/os domésticos/as. Existen dos patrones sociológicos claves que describen a los cuidadores: el género y la edad. Sin disminuir la importancia de la inmensa diversidad que existe en el mundo del cuidado, es un mundo donde los cuidadores son más frecuentemente cuidadoras, y más frecuentemente personas mayores también. En los grupos de cuidadores profesionales y semi profesionales, existe una prevalencia grande de cuidadores que vienen de grupos socioeconómicos menos privilegiados. Por esta razón tratamos que el curso sea lo más abierto posible, sin ningún prerrequisito académico. El curso también se dirige a personas que ya son cuidadores y que anticipan el rol a futuro.


¿Cómo identificaron la necesidad de desarrollar un programa específico para el cuidado del Adulto Mayor?


Siendo gerontólogo, el tema del cuidado de las personas adultas mayores es un tema para mi recurrente y fundamental. El éxito del cuidado dado por los médicos depende muchísimo de la calidad del cuidado diario que las personas mayores reciben. La USFQ tiene un rol clave en la comunidad y la historia de las actividades de la USFQ en temas de vinculación con la sociedad era un antecedente muy importante que nos dio la apertura institucional para abrir este curso. El empujón de lanzarnos vino de Cristina Calderon de la fundación TASE, quien propuso colaborar en el desarrollo de un curso sobre Alzheimer en 2018, y la fundación TASE sigue siendo un importante colaborador.


¿Cómo se puede poner en práctica todo el conocimiento adquirido dentro de la certificación en el cuidado del día a día?

En la certificación se hace un trabajo importante sobre el estado emocional de los participantes, ofreciendo espacio de conversación y expresión. Permite darse cuenta de la importancia de tener formas de seguir expresándose. Eso tiene que volverse una práctica regular para evitar el cansancio crónico. Poner en práctica lo aprendido es también seguir en contacto con los otros participantes. Trabajamos para mantener activa la red de participantes, pero un elemento que a mí me parece fundamental es que aplicar lo aprendido es también posicionarse como activista y modelo. Es decir, una vez que hemos logrado abrir los ojos sobre el rol de los cuidadores, no se pueden cerrar nunca. Entonces poner en práctica lo aprendido es también cambiar su discurso con los demás y en las redes sociales y así trabajar en la visualización de los cuidadores como personas, parte esencial de la cadena del cuidado médico social. Ser activista no es una mala palabra, es reconocer que existe un problema, y que queremos contribuir a la solución. Tal vez un último elemento es trabajar con el apoyo de un diario escrito, que permite revisar nuestro trabajo y dar una mirada crítica a nuestro rol de cuidador.


Parte del programa es el autocuidado, en este sentido ¿Por qué es importante también cuidar a quien cuida?


La noción de autocuidado se refiere a dos realidades: el autocuidado de cuidador, pero también al autocuidado de las personas adultas mayores. Muchas veces, eso es una sola noción en personas mayores cuidadores. Desde el inicio, yo sueño con el día en el que empecemos a recibir a personas mayores como participantes del curso para que aprendan a poder cuidarse a ellos/as mismos/as. Hasta ahora, nunca hemos tenido participantes que entren por esta razón. Hemos tenido varias personas mayores en el curso pero siempre ha sido con la motivación de cuidar mejor a otra persona. Vivimos en una sociedad donde “el viejo es el otro”. Muy pocas veces se reconocen personas en la definición de persona adulta mayor, pero con tiempo, sensibilización y esfuerzo de educación, creo que esta realidad puede cambiar para que la gente se empodere y se responsabilice de su propio envejecimiento de manera proactiva. Con eso dicho, la pregunta se refiere al autocuidado del cuidador, lo cual es fundamental. El rol, si bien pocas veces es bien considerado en nuestra sociedad, es un rol difícil, agotador y emocional.Estas realidades hacen del rol de cuidador un rol sumamente desafiante que requiere que la persona se encuentre en completa capacidad y que se de cuenta de su propio agotamiento.









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